La innovación social como motor de inclusión social y laboral de las personas con discapacidad

AEDIS Comunicación,

Artículo de opinión de Bernabé Blanco Lara, Presidente de AEDIS, publicado en Cermi.es
La delicada coyuntura económica que vivimos ha llevado a las organizaciones del Tercer Sector a incluir en su modus operandi un nuevo paradigma: el de la innovación social como caldo de cultivo que inspire y alumbre cada uno de los proyectos e iniciativas que proponemos y ejecutamos.
En el ámbito de la discapacidad y desde la perspectiva de AEDIS, la innovación social podría asimilarse a aquellos proyectos e ideas que resultan novedosos, que contemplan un riesgo y poseen un impacto económico y social posibilitando la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad.
Por ello, la actividad de AEDIS se ha centrado en los últimos años en la concepción y el desarrollo de nuevas ideas, modelos, programas y acciones que fomenten la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad a través del emprendimiento y de la innovación social.
Un ejemplo de ello es nuestra apuesta por impulsar y apoyar proyectos empresariales que además de cubrir una labor social, buscan una línea de negocio sostenible también desde el punto de vista económico, que implique la creación y/o el mantenimiento y mejora de la calidad del empleo de las personas con discapacidad intelectual. A través de nuestra convocatoria anual de líneas de apoyo a proyectos de inclusión laboral de personas con discapacidad en el marco del proyecto DICE (Discapacidad, Innovación, Calidad y Empleo), fomentamos la puesta en marcha de nuevas líneas de negocio en centros especiales de empleo de iniciativa social, la  transformación o reconversión de líneas de actividad en declive hacia nuevos sectores de actividad, y la cooperación y el trabajo conjunto entre entidades del sector.
Asimismo, AEDIS está trabajando en un nuevo modelo de empleo innovador centrado en la mejora de la cualificación de las personas con discapacidad y que apunta hacia un sistema flexible, vinculado al sistema educativo, orientado a la evaluación continua de las circunstancias de la persona y con mecanismos de tránsito o retorno entre servicios. En concreto, planteamos un enfoque global que integre la orientación, la formación y el acompañamiento de la persona con discapacidad intelectual. Entre otros principios, el modelo apuesta por:
  • Diseño de itinerarios por perfil en función de la empleabilidad de cada persona.
  • Cualificación y profesionalización de las personas con discapacidad intelectual, a través de sistemas mixtos de formación y empleo, hacia la obtención de certificados de profesionalidad (formación dual).
  • Derecho de retorno para aquellos trabajadores con discapacidad afectados por la edad, el deterioro físico o por el fracaso en su transición laboral.
  • Compatibilidad de servicios a través de un sistema mixto.
En concreto, reclamamos más autonomía en la toma decisiones sobre qué es mejor para la persona y qué servicios quiere y necesita. La Administración, ni tampoco nosotros podemos decidir por las personas.
Artículo publicado en Cermi.es

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